“Para el común de los occidentales, llenos de frívola autosuficiencia, la ceremonia del té no será sino una de las mil rarezas que constituyen la excentricidad y el candor del Oriente. Mientras se daba el lujo de cultivar las refinadas artes de la paz, Japón era considerado un país bárbaro; en cambio, desde que se lanzó a asesinar a gran escala en los campos de batalla de Manchuria, la tienen por civilizada.” (Kakuzo Okakura)
martes, 1 de noviembre de 2011
Un acercamiento a la cultura japonesa
En el momento de su publicación, “El libro del té” (de Kakuzo Okakura) fue concebido para ser un modesto tratado sobre una ceremonia milenaria. Escrito en idioma inglés, estaba dirigido a un público sofisticado, deseoso de conocer las últimas ideas sobre el arte y cultura japonesas. Sin embargo, en nuestros días, “El libro del té” se ha transformado en una obra literaria clásica, usado no tanto como fuente de consulta sobre la cultura japonesa sino más bien como un claro ejemplo de ella. Esta obra es una extraordinaria fusión de ingenio y sabiduría.
“Para el común de los occidentales, llenos de frívola autosuficiencia, la ceremonia del té no será sino una de las mil rarezas que constituyen la excentricidad y el candor del Oriente. Mientras se daba el lujo de cultivar las refinadas artes de la paz, Japón era considerado un país bárbaro; en cambio, desde que se lanzó a asesinar a gran escala en los campos de batalla de Manchuria, la tienen por civilizada.” (Kakuzo Okakura)
“Para el común de los occidentales, llenos de frívola autosuficiencia, la ceremonia del té no será sino una de las mil rarezas que constituyen la excentricidad y el candor del Oriente. Mientras se daba el lujo de cultivar las refinadas artes de la paz, Japón era considerado un país bárbaro; en cambio, desde que se lanzó a asesinar a gran escala en los campos de batalla de Manchuria, la tienen por civilizada.” (Kakuzo Okakura)
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