Diario
de un viaje a Rusia, de Lewis
Carroll
En 1867, Lewis Carroll realizó un viaje de dos meses a Rusia
acompañado de su amigo Henry Parry Liddon. Esta travesía, que según se cree fue
la única que hizo fuera de Inglaterra, quedó registrada en este diario, un
texto sencillo, reflexivo y, ante todo, más cercano a Charles Lutwidge Dodgson,
su verdadero nombre, que a Lewis Carroll, el creador de Alicia. A lo largo de
las páginas, el autor visita ciudades como Bruselas, Berlín, Potsdam, San
Petersburgo y Moscú. Recorre jardines, palacios, teatros, museos, iglesias y
sinagogas. Hace descripciones detalladas tanto de las fachadas de los edificios
a los que acude como de los desayunos que le sirven los camareros con los que a
duras penas se comunica en alemán. En “Diario de un viaje a Rusia”, publicado
más de treinta años después de su muerte, Lewis Carroll se aleja unos pasos de
Alicia y profundiza en Dodgson. Una versión desconocida y reveladora de uno de
los mejores escritores británicos del siglo XIX.
Lisboa, de Fernando
Pessoa
Salvo el paréntesis de Durban, toda su vida transcurrió en
Lisboa. Sólo se alejó de ella unos cuantos kilómetros; siempre rechazó las
invitaciones para visitar el interior del país y jamás viajó al extranjero. En
la capital de Portugal estaba su centro: ahí tuvo su principio y ahí se consumó
su fin. Como un flâneur, vagó por todos los rumbos de la ciudad, recorrió una y
otra vez sus barrios. Lisboa rima con Pessoa.
Testimonio en Chicago,
de Allen Ginsberg
El 25 de agosto de 1968 tuvo lugar en Chicago la Convención
del Partido Demócrata. Cinco mil personas entre anarquistas, pacifistas,
hippies, comunistas, exponentes de la nueva Izquierda, radicales, militantes
negros, llegaron a la ciudad y se acamparon en el Lincoln Park. Junto a
Ginsberg estaban Norman Mailer, William Burroughs, Jean Genet. La respuesta de
las Fuerzas Armadas, inmediata, masiva y violenta hizo historia. Soldados,
agentes de policía, detectives del FBI, un total de 24.000 hombres se lanzaron
en una despiadada caza al hombre.
Aunque un informe oficial estableció que la violencia fue
provocada por las fuerzas del orden, los organizadores de las protestas de
Chicago fueron procesados y condenados. Delante de los jueces desfilaron
las personalidades más representativas de la nueva cultura norteamericana:
entre ellos por supuesto estaba Allen Ginsberg.
Durante el interrogatorio y el contrainterrogatorio, el
autor de Aullido salmodió y recitó sus poemas, indiferente a toda clase de
burlas por parte de la corte y determinado a explicar las razones
profundas de aquellas protestas.
“Testimonio en Chicago” recoge las actas del interrogatorio
con un prólogo de Fernanda Pivano y la crónica de la comparecencia de Ginsberg
delante de los jueces que se publicó en The New York Review of Books en 1970
firmada por Jason Epstein, editor, escritor, periodista y co-fundador de la
revista.
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Te hago una pregunta? el libro de Lewis Carrol lo puedo conseguir en argentina? saludos y gracias
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