Sombras sobre el Hudson

En Nueva York, un grupo de exiliados, judíos de origen polaco que han conseguido escapar del nazismo, se reúnen de forma periódica en la casa del próspero comerciante Boris Makaver. Algunos llevan sobre sus espaldas las tremendas pérdidas y experiencias provocadas por la guerra como una carga insoportable; otros, los más jóvenes, ven ante sus ojos un futuro lleno de expectativas en un país en el que echar raíces. Los encuentros de individuos tan diversos constituyen un enriquecedor intercambio de pareceres. Los defensores a ultranza del comunismo discuten con los partidarios del capitalismo, mientras que las opiniones divergen con respecto a si deben conservarse las antiguas tradiciones, adoptarse nuevos modelos de conducta propios del país de acogida e incluso en lo que significa realmente ser judío.
Entre estos refugiados se encuentra Hertz Dovid Grein. El que fuera niño prodigio y estudioso de las escrituras sagradas se halla en la actualidad acosado por el hastío y las dudas existenciales, y se debate entre sus obligaciones maritales, la pasión que siente por Anna, hija de Boris Makaver, y la larga y tempestuosa relación con su amante.
Singer, sin embargo, no centra su atención en un solo personaje ni en un solo modo de pensar: místicos, pragmáticos, filósofos, comerciantes, individuos histriónicos y aprovechados, seres más generosos y comprensivos entrelazan sus trayectorias vitales en esta obra rica en matices y observaciones sobre la condición humana.

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