“Cuerpos sin duelo” es una investigación que Ileana Diéguez
realizó durante cinco años en torno al cuerpo, el arte, la violencia y el
duelo. El libro aborda las representaciones del cuerpo violentado, los vacíos
que generan las desapariciones y los duelos no realizados. Estudia situaciones
recientes de los contextos mexicano y colombiano, con referencias a otros
países latinoamericanos.
Una reflexión que transita la espectacularización de la
violencia en el espacio social y las diversas representaciones del cuerpo roto,
que buscan transmitir mensajes de terror, para luego analizar cómo determinadas
prácticas de artistas latinoamericanos se desarrollan con una fuerte vocación
testimonial y documental a partir de la utilización de objetos pertenecientes a
las víctimas. Ileana Diéguez reflexiona sobre los dispositivos que se ponen en
juego cuando el arte es “una memoria del dolor”. Este libro analiza cómo puede
el arte vincularse al duelo en escenarios donde ni siquiera se tienen los
cuerpos para realizar los ritos fúnebres.
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Revista Ñ, 29/11/13
Un recorrido por el arte que
desafía la naturalización del mal
En su libro "Cuerpos sin duelo", la investigadora
Ileana Diéguez recupera, expone y analiza las imágenes de la gran tragedia
actual en América latina. Performances, pinturas, fotos y testimonios, realismo
crudo de artistas acorralados por su propio contexto: México y Colombia.
Documentos y reflexiones que son memoria y reto para el mensaje del terror.
Cuenta la mexicana Ileana Diéguez (mexicana por adopción, ya
que nació en Cuba) que en 2008, durante una muestra de teatro en Ciudad Juárez,
el espectáculo del horror y del miedo ganaron por mucho a los escenarios
teatrales. El inicio de aquélla reunión coincidió con la aparición de numerosas
cabezas dispuestas en una plaza y otros tantos cuerpos colgados de puentes
peatonales. "Después de cada presentación emergían testimonios de
ciudadanos que habían decidido ir al teatro a conjurar el miedo, a compartir el
dolor", recuerda Diéguez, que desde entonces investiga las relaciones
entre cuerpo, arte y violencia. Situaciones recientes de ese país, México, que
ha sumado 100 mil muertos y más de 20 mil desaparecidos. A esto dedica su libro
Cuerpos sin duelo, iconografías y teatralidades del dolor, un volumen que acaba
de publicar Ediciones Documenta/Escénicas, editorial de Córdoba, Argentina. Las
cifras son tan escalofriantes como las imágenes, y el riesgo es que se
naturalicen cada vez más, como viene ocurriendo.
Diéguez no se queda en México, también recorre obras y
tragedias de Colombia, país en el que estudió, y las vincula con las dictaduras
de Argentina y Chile, o los conflictos armados en Perú. El horror de un
continente asediado se refleja en un libro impactante que repasa y rescata las
miradas al arte local traducido en performances, instalaciones, pinturas,
fotografías que han decidido mostrar, resignificar, evocar lo que de tan
evidente se vuelve subterráneo. ¿Cómo desnaturalizar el contexto del horror?
¿Qué puede hacer para ello un arte activo? ¿De qué manera se puede incomodar al
poder o a los que ejercen esta violencia? Diéguez, que se apoya en un aparato
teórico quizá demasiado eurocentrista (recurre, entre otros a Jacques Derrida,
Walter Benjamin, Ranciere, Virilio para guiar este recorrido) avisa que su
escritura no ha sido pensada desde ninguna creencia de restitución. "En todo
caso son páginas incómodas y desde ese lugar molestan mientras asistimos de
cerca o de lejos a la carnicería humana", dice.
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