Edward T. Topping IV, blanco, anglo y sajón, miembro de una
pequeña dinastía –es el cuarto de su familia que lleva este nombre y que ha
estudiado en Yale–, va con Mack, su mujer –también Yale– a cenar a un
restaurante. Y mientras se desocupa una plaza para aparcar su pequeño y
ecológico coche –como toca a personas progresistas y cultivadas como ellos–, un
esplendoroso Ferrari, conducido por una latina no menos esplendorosa y cargada
de oro y oropeles, les birla el lugar. Y luego la conductora se burla descaradamente
de Mack. Quizá porque, como afirma Wolfe, Miami es la única ciudad de América,
y quizá del mundo, donde una población venida de otro país, de otra cultura,
con otra lengua, se ha hecho dueña del territorio en sólo una generación, y lo
demuestra en las urnas, y en el posterior ejercicio del poder. Y por eso Ed
Topping ha sido enviado a Miami a reconvertir el Miami Herald en un periódico
digital, sin edición en papel, y lanzar El Nuevo Herald para las masas latinas.
Y en esa Miami y en este diario viven y trabajan dos
personajes fundamentales de esta inmensa, intensa, divertida novela: el joven
John Smith, un periodista que persigue la gran exclusiva que hará que deje de
ser novato y desconocido, y Nestor Camacho, policía, veintidós años, miembro de
la segunda generación de cubano-americanos nacidos en Miami, que se expresa
mucho mejor en inglés que en español, y será el protagonista de la exclusiva de
John. Pero hay más, mucho más: está Magdalena, la muy guapa Magdalena, novia o
algo parecido de Nestor, y su amante, un psiquiatra famosillo, especializado en
el tratamiento de las adicciones sexuales y hábil trepador, que se aprovecha de
uno de sus pacientes, un poderoso millonario que vive masturbándose con tal
intensidad que tiene el pene casi deshecho, para circular entre la más selecta
sociedad de Miami. Y hay mafiosos rusos, un alcalde latino y un jefe de policía
negro. Y los fastos y las fiestas donde se congregan todos los que hacen que el
mundo y Miami giren en la vida y en esta novela, tan torrencial como, a menudo,
esperpéntica…
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