Salió el tomo XI de la Historia General del Arte en la
Argentina editada por la Academia Nacional de Bellas Artes. A continuación, la
introducción al libro:
El volumen que se presenta está referido a cerrar
documentalmente el siglo XX en lo que hace a varias disciplinas del arte en la
Argentina y de las cuales la mayoría están representadas en la ANBA.
Este tomo XI de la Historia General del Arte en la Argentina
participa de lo ya declarado en el anterior en el cual se pone en evidencia la
variedad y riqueza de las manifestaciones que como dice Rosa María Ravera
conviven en nuestra organización académica.
Este libro junto con el tomo XII que ya está en preparación,
completa el registro de las disciplinas del Arte Argentino del siglo XX, las
temáticas encaradas en éste son: Arquitectura, Creación Musical, Diseño,
gráfico e industrial, Escultura, Grabado y Pintura.
Cada una de estas prácticas está tratada por un
especialista; así, la historia de las manifestaciones en la arquitectura en
Argentina desde 1965 a 2000 fue desarrollada por el Académico de Número
Arquitecto Ramón Gutiérrez. En lo referente a Escultura fue la Académica y ex
presidente de la institución, profesora Nelly Perazzo. La especialidad de
Grabado la consideró otro Académico quien fuera presidente, el doctor Jorge
Taverna Irigoyen. En lo que respecta a Música el trabajo fue realizado en
colaboración por las Académicas Dra. Pola Suárez Urtubey y Dra. Diana Fernández
Calvo. Una investigadora de primera línea como la doctora Diana Wechsler
participó como invitada ocupándose de lo referente a Pintura; y quien escribe
desarrolló el área de Diseño.
En especial en este tomo se da el caso de artistas que
superan con el desarrollo de su obra los límites temporales del final de siglo,
pero esto (que fue una determinación editorial) no implica que su obra se haya
acabado en esas expresiones, muchas veces ha sido lo opuesto, artistas que si
bien su inicio corresponde al siglo XX, su máximo desarrollo se realizó en los
primeros años del 2000 y sabemos que en los próximos tomos de la historia,
estarán vigentes.
Obviamente percibimos que en el fin de siglo el arte no
planteó un final pero sí hubo un cambio particular en las manifestaciones
estéticas y debemos darle tiempo a los investigadores o analistas del arte para
que en 2020 puedan hacer un “racconto” más profundo de las diferentes
manifestaciones artísticas en Argentina desarrolladas en los comienzos del siglo
XX.
Los autores se han preocupado porque la relación entre texto
e imagen fuese leída de una manera particular, abriendo preguntas que los
artistas han ido respondiendo con su obra.
Hacia el fin del siglo, el concepto de obra de arte se fue
ampliando y hasta puesto en duda, desde anunciar la muerte del arte hasta
incorporar manifestaciones un tanto alejadas de la ortodoxia de la tradición de
las prácticas del arte. Frente a este hecho, la Academia ha estado atenta a
esas experiencias al ir incorporando manifestaciones que hasta hace poco no
participaban de la institución.
El diseño, las instalaciones, el arte digital y otras
manifestaciones hoy son tema común de las miradas del arte, y la ANBA no puede
dejar de estar presente en sus registros.
El arte hacia el final del siglo XX nos deparó permanentes
sorpresas, no sólo por su calidad, sino por su variada manera de expresarse,
así se han hecho importantes no sólo los analistas del mismo, los teóricos, los
críticos, sino también los curadores o quienes montan exposiciones, cuyas
decisiones forman parte constitutiva de la obra artística. Esto ha hecho que
los museos y las galerías estén dispuestos a participar de esas modalidades que
si bien son propias del mercado artístico, orientan los juicios de valor en la
obra artística.
Rosa María Ravera recuerda en el tomo X el inicio de la
colección y cómo en un plenario de 1966 el maestro Ginastera propuso realizar
una historia de la música en tres volúmenes, fue luego el presidente Bonifacio
Del Carril (a su vez director de la editorial Emecé) quien propuso realizar una
historia de las artes visuales. Posteriormente el Académico de Número,
ingeniero Basilio Uribe, orientó las publicaciones de los tomos hacia una
“Historia General del Arte en la Argentina” y con la participación de la
Academia y especialistas se llegó al tomo X en el cual la presidente en ese
momento consideró “posible confiar en renovar aperturas capaces de manifestar
la voluntad del trabajo de una ANBA que se moviliza para llegar al público”.
Cuando ya se han muerto las vanguardias, aparecen los
lenguajes, los diferentes soportes, y los medios técnicos que son utilizados
como condicionantes de la creación que generan interés y seguimiento hasta
agotarse.
Creemos que el siglo XXI vendrá con etapas de sosiego y
reflexión recurriendo al arte como el soporte emocional de la sociedad como
siempre ha sido.
Hemos nombrado a los autores de este tomo como los artífices
del mismo, pero también ello fue posible por la participación de colaboradores
de cada autor y del personal de la Academia que en la búsqueda de las imágenes,
su tratamiento, digitalización y control editorial, pusieron todo su empeño en
llevar adelante esta publicación que es un broche adecuado a la importancia del
arte y sus manifestaciones hasta el 2000 en la Argentina.
Ricardo Blanco
PRESIDENTE ANBA