“Empecé a escribir un diario a fines de 1957 y todavía lo sigo escribiendo. Muchas cosas cambiaron desde entonces, pero me mantuve fiel a esta manía. Por supuesto, no hay nada más ridículo que la pretensión de registrar la propia vida, uno se convierte automáticamente en un clown. Sin embargo, estoy convencido de que si no hubiera empezado una tarde a escribirlo jamás habría escrito otra cosa. Publiqué algunos libros –y publicaré quizá algunos más- solo para justificar esa escritura. Por eso hablar de mi es hablar de ese diario. Todo lo que soy está ahí pero no hay más que palabras. Cambios en mi letra manuscrita. A veces, cuando lo releo, me cuesta reconocer lo que he vivido. Hay episodios narrados ahí que he olvidado por completo. Existen en el diario pero no en mis recuerdos. Y a la vez ciertos hechos que permanecen en mi memoria con la nitidez de una fotografía están ausentes como si nunca los hubiera vivido. Tengo la extraña sensación de haber vivido dos vidas. La que está escrita en los cuadernos y la que está fija en mis recuerdos. Son figuras, escenas, fragmentos de diálogos, restos perdidos que renacen cada vez.”
Ricardo Piglia
Para comprar el libro, hacé click acá. |
Los fragmentos del diario de Ricardo Piglia se encuentran acompañados por la obra del artista Eduardo Stupía. La muestra homónima al libro, se puede visitar en Galería La Ruche hasta el día 5 de mayo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario